15 diciembre 2010

Estado de alarma; disciplina militar



Llevo días pensándome si escribir sobre el culebrón del momento (y me temo que de parte de 2011). Yo, como sí soy de izquierdas, tengo una opinión clara respecto al asunto de los controladores, sus causas, sus soluciones y el famoso estado de alarma decretado por el gobierno "socialista". Lo que pasa es que evidentemente la parrafada que voy a soltar para explicar mi postura va a ser de "órdago a las dos", para al final, además, terminar con un argumento que seguramente alguno pensará que es poco convincente. También influye el hecho de que a pesar de que mi amigo Antitodo opina que es que me falta odio últimamente, la realidad es que mi silencio es más fruto de la pereza y la indiferencia. Vamos, que por mi como si mañana explota todo y se va este país de mierda a flotar por el espacio interestelar, o se disuelve y se escurre borboteando por la alcantarilla más putrefacta.

Pero bueno.

Resulta que este gobierno de maquiavélicos incapaces es bastante consciente de que a día de hoy tiene las elecciones perdidas.
También es consciente de que en el pp las ven ganadas, se han tumbado a la bartola, y no dicen esta boca es mía, salvo si es para criticar, generalmente con razón, cualquiera de las estúpidas medidas que los sociatas llevan a cabo.
En medio de todo este bonito escenario "democrático" ha estallado el asunto de los controladores aéreos.
En efecto, estos señores disfrutan de unas condiciones laborales envidiables por la mayoría de los ejpañoles. Claro que eso no es muy difícil, ya que de hecho, la mayoría de los ejpañoles subsisten con salarios de miseria, o cobrando el paro, o cobrando prestaciones sociales, o sin cobrar. En esta tesitura, y con el cociente intelectual del ejpañol medio, el gobierno ha visto vena donde meter el colmillo, y los controladores van a ser (ya veremos), las cabezas de turco que van a pagar la nula acción del gobierno "socialista" para mejorar las condiciones laborales de los ejpañoles en general.
Hablan de que los controladores disfrutan de "privilegios", de "huelgas salvajes", de "plante intolerable" y demás estupideces, con el fin de, poco a poco, con estas ridículas frases hechas, meter en la cabeza de la gente la idea de que aspirar a tener un trabajo bien remunerado y con condiciones "humanas" es una demostración de insolidaridad.
Por supuesto que estos señores cobran mucho dinero. Pero ¿privilegios? Que yo sepa, en cuanto un privilegio se plasma por escrito en un contrato, pasa a ser un derecho. A ver; privilegio es lo de los señores diputados, que cobran por disponer de un escaño al que no tienen ni por qué acercarse durante los cuatro años de legislatura. Privilegio es, posiblemente, lo de los directivos y consejeros de AENA, que han sido puestos ahí digitalmente (a dedo), por obra y gracia del ministro de turno, o lo que es peor, del director general, del delegado de nosequé, del subdelegado o vaya usted a saber.
Nos dicen que cobran más que los europeos. Bueno, no pasa nada; para compensar eso ya estamos todos los demás, que cobramos mucho menos, y a sus señorías no les preocupamos en absoluto.

La realidad es que el decreto según el cual el bobierno "socialista" pretende regular el trabajo de los controladores enuncia una serie de normas inaceptables para cualquier trabajador, independientemente de cuánto cobre. Alguien debería explicar a partir de qué sueldo se empiezan a perder derechos laborales.

La realidad es que el bobierno "socialista" sabía perfectamente que estaba imponiendo una situación intolerable e insostenible, y que la reacción de los controladores, evidentemente, sería proporcional.

La realidad es que el bobierno "socialista" decidió emitir el decreto el día del puente festivo, con la intención de que los controladores no "se atrevieran" a responder, por no llegar a la situación que al final se llegó.

La realidad es que el bobierno "socialista" lleva ya un tiempo poniéndose chulo con los controladores, porque sabe que en esa confrontación, el populacho se va a poner de su lado.

La realidad es que el bobierno "socialista" sabe que difícilmente va a haber consecuencias para ninguno de los controladores "sublevados", más allá de las posibles repercusiones laborales, vía expedientes, sanciones y en casos muy extremos, despidos.

La realidad es que bobierno "socialista" podría solucionar el problema de manera definitiva, pero no le conviene, como en tantos otros casos, ya que a la clase política le conviene compartir algunos enemigos con el populacho. De este modo es muy fácil conectar con la calle y ganarse la simpatía de unos cuantos bobalicones aborregados.

El análisis de la situación, de hecho, es bastante sencillo.
Si mañana yo decido abandonar mi puesto de trabajo, seré responsable de ese abandono y sufriré las consecuencias que para esa situación estén previstas en mi contrato, en mi convenio o en el estatuto de los trabajadores. Si por el hecho de que yo abandone mi puesto de trabajo, mi empresa tiene que dejar de prestar sus servicios, evidentemente, la responsable será mi empresa, no yo, y a ella le corresponderá enfrentarse a las demandas de consumidores afectados, y de gobernantes incapaces. Creo que está bastante claro.

Y por último, una reflexión. Sé que a pesar de todo lo anterior, algunos me diréis: "Bueno, pero es que no hay derecho a que dejen a toda esa gente sin vuelos; sin vacaciones, sin puente, sin viaje de negocios, sin boda, sin luna de miel, etc".

Bueno.
Estamos en un país donde se prohíben los toros (ahora en Cataluña, mañana ya veremos), y a toda la gente que no le gustan los toros les da igual.
Estamos en un país donde se prohíbe a los jóvenes reunirse a echar unos "txagos" a la luz de la luna, y todos los que pueden permitirse ir de bares, o sencillamente, no salen nunca, están de acuerdo.
Estamos en un país donde se obliga a los bares a cerrar a horas tempranísimas, dejando sin tiempo de ocio a una clase trabajadora bastante castigada, y todos aquellos que no disfrutan yendo de bares, asienten y aplauden.
Estamos en un país donde se prohibe fumar, y todos los no fumadores aplauden y sonríen, creyendo que van a vivir más años o yo qué sé.
Estamos en un país donde sistemáticamente se jode a los conductores de cualquier tipo de vehículo a motor, situación que causa la más amplia de las sonrisas en aquellos que no conducen nunca (y, con dos cojones, incluso en muchos de los que conducen).
Etc, etc, etc.

Pues bien, como yo aquel día no estaba en ningún aeropuerto, y sólo cojo el avión si es estrictamente necesario (para todo lo demás, prefiero el tren o mi coche), qué queréis que os diga, toda esa gente no me da ninguna pena. Simplemente han sido víctimas de la ineptitud del gobierno en primer lugar, y de su trama de esparcimiento del marrón después. Ya trincarán, no os preocupéis.

En todo caso, uno se queda más tranquilo sabiéndose en manos del ejército.