Lo de las armas en Estados Unidos está alcanzando extremos insostenibles. Me gustaría ver a mi amigo Charlton Heston y sus colegas de la asociación nacional del rifle, dando explicaciones tras lo que ha ocurrido en Texas.
El titular de la noticia es el siguiente:
"Un cazador muere por disparos de su perro" (20 Minutos).
Ahora dicen que fue sin querer. Que el chucho pisó accidentalmente la escopeta, y el cazador recibió una perdigonada mortal en la pierna.
"Los investigadores encontraron barro y las huellas de las patas del animal en la escopeta", señaló el sheriff.
Ya me imagino a los csi investigando a qué raza pertenecen las huellas encontradas.
Lo cierto es que Toby estaba adiestrado en los marines, y era veterano de la segunda guerra del golfo. Al parecer, sospechaba que su amo podía pertenecer a una célula durmiente de Al Qaeda, así que, cuando vio desde la parte trasera del coche que el cazador se disponía a poner una cinta de la orquesta mondragón, no lo dudó un minuto y lo cosió a tiros, como le enseñaron en West Point.
Aquí está la foto que destapará la trama.

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