Memoria histérica

En el cuadro La coronación de Napoleón, de Jaques Louis David, se representa el momento de la ceremonia en el que el emperador corona a su esposa Josefina. Según la leyenda, minutos antes, él habría arrebatado su corona de manos del papa para autoproclamarse emperador, rompiendo así la tradición impuesta hasta entonces por la casa borbón (mira tú), según la cual era el papa el que imponía la corona. Al parecer, con este gesto, Napoleón quería dejar claro que era un hijo de la revolución, y que su poder no le era concedido por gracia divina, sino que procedía del pueblo y era voluntad de éste que él lo ostentara.
La veracidad de esta leyenda está en entredicho, ya que existe documentación que explica que el gesto de quitar la corona de las manos del papa nunca se produjo, y que más bien, todo estaba previsto en el protocolo de la ceremonia, pero de las mentiras dichas muchas veces para convertirse en verdades, hablaremos otro día.
Hoy toca hablar de Barcina y la relación que mi retorcida mente ha establecido para empezar hablando de Napoleón. Al parecer, cualquier día de estos, en el ayuntamiento de pamplona asistiremos a la ceremonia opuesta, y veremos como la barci nos muestra cómo su poder se lo otorgan las urnas, pero en realidad, le llega de lo más alto por banda ancha.

Resulta que el tema de las calles dedicadas a golpistas, represores, torturadores y asesinos no terminaba en la Txantrea, y ahora tenemos nueva polémica con la Plaza Conde de Rodezno.
Resulta que este señor fue un indeseable del régimen, y como dice la ley, hay que modificar el nombre de esta plaza para no homenajear a un asesino. Hasta aquí, todo claro. Pues no. Barci, que tiene momentos de iluminación, decidió que la plaza seguiría como está, que se seguiría llamando "del Conde de Rodezno", en homenaje al título nobiliario, y no a Tomás Dominguez Arévalo, primer ministro de justicia de Franco. Vamos, una especie de homenaje al aristócrata desconocido.
Lo cierto es que parece que el resto de los grupos representados en el ayuntamiento no están por permitirle la triquiñuela a la barci, pero lo que no me explico es cómo nadie se levantó el día del pleno y le dio dos sopapos, que es lo que se hace cuando los niños se ponen en ese plan. Es como si ahora les da por llamar a la plaza del castillo "plaza del caudillo" en honor de todos los caudillos que en el mundo han sido. Por si cuela.
La oposición ha amenazado con los tribunales (que no se llegará a tanto), pero la barci ya prepara su rectificación, y ha anunciado que a partir de ahora, pamplona dedicará calles a todos los pamploneses asesinados por eta.
Como decía mi abuelo, cree el ladrón que todos son de su condición. Barci, sabemos que a ti te jode que se quiten los nombres franquistas de las calles, pero te equivocas si crees que a los que nos molestan esos homenajes, nos importa que dediques calles a anónimos personajes asesinados. A mi por lo menos, me la pica.
Lo que me jode es que en realidad, eres bastante más autoritaria que todos esos que nombran algunas de las calles de pamplona, y me jode aun más el hecho de que, el día que palmes, vendrá algún puto iluminado lameculos a dedicarte una calle.
En serio, ¿por qué no pides un puesto de parlamentaria europea, y te dedicas a la buena vida? Te prometo que te votaré.