La noticia apareció en el Diario de noticias, y poco más o menos, venía a decir que una señora (o señorita) que se rompió los dientes al caerse con su artefacto del demonio al acceder a un carril bici cobraría una indemnización de 1473 euros (ahí es nada), porque "no había señalización vertical y debía de haberse empleado una pintura que no resbalara, para posibles incorporaciones por ese punto al carril bici". Vamos, por torpe.
Desde aquí clamo a dios y a todos los santos para que el ayuntamiento de Pamplona caiga en bancarrota indemnizando a torpes de toda clase y condición. Quizá así, la próxima vez que a algún lumbreras se le ocurra plantear el puto carril bici en un pleno municipal, lo tiren directamente al pilón.
La torpe, exultante a la salida de los juzgados.
2 comentarios:
qué guapa nuestra alcaldesa!!
Casto, actualiza mas a menudo el blog que me aburro y al final voy a tener que leer los periodicos para enterarme de lo que ocurre Iruña!!!!!
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