Orgasmo fascista

Pues sí, eso que leéis es lo que disfruté ayer: un orgasmo fascista. Desde luego, fue orgasmo, porque casi me muero de gusto, y fue fascista porque fueron estos mentecatos los que me lo provocaron.
Los que me conocéis sabéis que no tengo gran afición al fútbol, pero eso, en este país no significa nada. Es como pretender vivir sin saber quién es Isabel Preysler; sencillamente, es imposible abstraerse.
Uno además, tiene su corazoncito y ayer jugaba el único equipo del que soy capaz de tragarme veinte minutos seguidos de partido. El Athletic visitaba al Austria de Viena en partido de la copa de la uefa.

Lo divertido fue que en Viena coincidió que había una concentración de grupos fascistas de toda Europa, en la que, por supuesto, no podían faltar los fascistas ejpañoles (también se concentraron en Valencia durante la última final de copa).

En fin, ya casi me corro de gusto cuando oí al fondo sur vienés (o quizá el norte) cantar a pleno pulmón el "Qué viva Ejpaña", de Manolo Escobar, o corear "Terroristas hijos de puta" con ese tonillo facha que sólo ellos saben darle a sus soflamas.

Por supuesto, en la grada de ese fondo no faltaban las banderas ejpañolas con el pollo, las pancartas de "Viva Franco", ni los saludos coordinados con el brazo extendido.

Pues eso, que el Athletic, lejos de sentirse intimidado, más al contrario, debió notar que la situación es la que vive todos los años en la mayoría de los campos de ejpaña, y en consecuencia, haciendo una nueva demostración de la histórica supremacía del fútbol vasco sobre el fascismo, venció y convenció.

Pero olvidándonos del partido, merece un análisis el propio análisis que los medios ejpañoles harán del partido a corto plazo. No me cabe duda de la posición de todos ellos condenando este tipo de actos, la invasión de campo, las bengalas etc, etc.
Pero estoy seguro que nadie será capaz de decir que los verdaderos culpables de lo que paso ayer, fueron los cuatro (o dos o treinta) fascistas ejpañoles que allí acudieron. Vamos, dudo mucho que el aficionado medio del Austria de Viena tenga muy claro dónde está Bilbao en un mapa, y mucho menos se va a poner a cantar a Manolo Escobar, si no hay por ahí un analfabeto madrileño diciéndole lo que tiene que hacer.
¿Acaso esta turba no son grupos violentos que persiguen objetivos políticos? ¿Para cuándo su ilegalización? ¿Para cuándo la aplicación de la ley antiterrorista a estos terroristas de derechas?

¡¡Qué cómodos están los estados con estos perros guardianes!!


PD. Por cierto, si alguien se pregunta por qué en ese partido (o en otros jugados en Alemania o Austria) no se ve ni una esvástica entre el público, la respuesta es muy sencilla: está prohíbida. La pregunta es ¿a que esperan los ejpañoles para quitarles a estos retrasados sus putos símbolos fascistas?

Míralas, qué majas.