25 agosto 2010

Lagunas

Como es verano y los políticos están de vacaciones, no pasa nada que nos saque de este tedio estival. Este sentimiento de desazón se acrecienta si cabe con las temperaturas ejpañolas que estamos sufriendo estos días (hace poco un estudio afirmaba que de cumplirse los peores escenarios en cuanto al cambio climático, el clima de Pamplona se acabaría asemejando al de madriz).
Así que sin gresca ni polémica entre la derecha y la extrema derecha, y olvidándonos del perenne conflicto que nos afecta por estas tierras, sólo nos queda echar el ojo a las noticias veraniegas con las que nos entretienen los diversos diarios "onlain".

Así, 20 minutos nos cuenta cómo un ciudadano alemán ha vivido durante cinco o seis años con una bala en la cabeza, sin darse cuenta.
El señor, de 35 años, empezó a sentir dolores de cabeza y se fue a su médico, quien tras hacerle unas radiografías, le diagnosticó un quiste en la parte trasera del cerebro. Al intervenirle quirurgicamente, se percataron de que lo que en realidad le producía esos dolores no era un quiste sino una bala, que se había alojado en la zona y con el paso del tiempo su organismo había ido envolviendo en tejido vivo.

Al despertar de la anestesia (si es que le anestesiaron), el muchacho confesó que el incidente debió ocurrir en la nochevieja de 2004 o 2005 (no lo recuerda), cuando en una trifulca cree que recibió un "fuerte golpe" en la parte trasera de la cabeza, al que no dio más importancia.

Ahora la policía, supongo que con pocas ganas de investigar, considera que el balazo probablemente se lo disparó algún asistente a la misma fiesta, celebrando el final del año, y sin ninguna mala intención.

Pues eso, que me da miedito hacerme una radiografía.


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