20 julio 2014

San Fermín 2014: análisis

Introducción

Cuentan los cronistas taurinos que mediado el siglo XIX existía un torero de nombre Manuel Dominguez Campos, y de apodo "El Desperdicios". Como hoy en día son de los pocos periodistas que quedan que hacen honor a su oficio, que es escribir, adornan con especial énfasis las gestas, las tragedias y las anécdotas que relatan. Y de "El Desperdicios" cuentan que en cierta ocasión estaba teniendo una mala tarde. Y cuentan que el público le estaba haciendo saber su descontento. Y cuentan que él a su vez, también le hacía saber al público su disposición, y la nula condición de sus oponentes astados. Cuentan que queriendo acallar las protestas del respetable, intentó que su estocada final fuera de efecto inmediato, y que en el lance, él hirió de muerte casi instantánea al toro, pero éste le propino una severa cornada en el abdomen. La suerte cumplió su objetivo, y el público rompió en atronadora ovación por el valor y la entrega del diestro, que acabó con dos palmos de intestino colgando por debajo del fajín. Y finalmente, cuentan, que mientras "El Desperdicios", herido, daba la vuelta al ruedo triunfal, entre los vítores del respetable, iba señalando a sus sanguinolentas vísceras, gritando: "¡Mondongo!, ¡Hoy vais a cenar mondongo!"

Cartel 

De entrada, mal. Basta de jurados populares para elegir el cartel de San Fermín. Quiero saber con nombres y apellidos quiénes son los encargados de sacudirnos la patochada anual. Que se me entienda. No es que me las dé de experto en cartelería, marketing, diseño, arte ni ninguna disciplina remotamente relacionada con la confección de un cartel anunciador de nada. Lo que no me gusta en absoluto es que en el cartel que anuncia las fiestas más grandes del mundo haya personajes reales reconocibles. Y no es porque me caiga mal el "Ciclón de Jerez" (todo lo contrario), ni el bueno de Hemingway, que además ya está en el otro barrio. Es simplemente porque una de las cosas que distingue a los sanfermines de otras fiestas es precisamente el anonimato de sus protagonistas, y que cualquiera puede ser protagonista, da igual si eres premio nobel, torero, mulillero, bailagigantes o contrarrelojista en el tendido de sol.

Fútbol 


Por suerte, cuando el txupinazo rasgó el cielo pamplonés el 6 de julio, la selección ejpañola de fútbol ya llevaba varios días eliminada del campeonato mundial. Esto hizo que durante las fiestas no se hayan repetido incidentes como los de hace cuatro años, que acostumbran a provocar los aficionados a este deporte. Entonces recuerdo que aconsejábamos a nuestra querida alcaldesa que procurase no mezclar alcohol, aglomeraciones de gente y fútbol. Como los dos primeros términos de la ecuación son propios de las fiestas, lo lógico habría sido eliminar el fútbol (no emitirlo en una pantalla gigante en pleno centro de la fiesta). No se hizo, y si recordáis, las cosas estuvieron bastante tensas (incluyendo un herido por arma blanca, y un neonazi pistola en mano acompañando a un muchacho, probablemente también neonazi, que vestía una camiseta de "La Floja"). En fin. Al menos los cuatro años han pasado deprisa, y la selección y su tostón de "tikitaka" vuelven al lugar que les corresponde.

Incidentes
 
Durante el txupinazo, al parecer, no hubo incidentes relacionados con las banderas, como otros años. Tampoco los hubo relacionados con los balones de playa. Probablemente sí los hubo relacionados con la fuerte presencia policial, pero estos no han trascendido. El caso es que el cohete transcurrió con normalidad, lanzado este año por un representante de Cruz Roja, que cumplía algún aniversario que desconozco. También desconozco a qué grupo municipal correspondía por turno lanzarlo este año, aunque tengo mis sospechas.

Yo también.
Creo que alguien se está propasando.
Como el Riau Riau vuelve a ser oficioso, transcurrió con normalidad, en un magnífico ambiente festivo, para disfrute y deleite de jóvenes y mayores.


Ese katxi, ese katxi, eh, eh.

La procesión, pues un coñazo, como siempre, salvo el tramo de la Calle Curia, que por lo visto fue movidito movidito. Este hecho molestó muchísimo a nuestras más altas personalidades, que consideran muy correcto que les aplaudan y les griten al oído lo guapos que son, pero cuando les abuchean y les llaman ladrones y fascistas, les parece un atropello. Se habló incluso de la posibilidad de, en el futuro, cambiar el recorrido de la procesión. Por supuesto, nadie habló de dejar de robar, o de demostrar que no se es un fascista. Ya se sabe, serlo es una opción, pero decírselo alto y claro está muy feo. En fin, ya se cargaron el Riau Riau precisamente porque no les gusta oir lo que el pueblo opina de ellos. La procesión no se la cargarán, pero son capaces de trasladarla a Iturrama (por mi perfecto, y si es a la universidad, mejor).

---

En estos momentos (cinco días han pasado del Pobre de mi), que yo sepa no hay que lamentar ninguna muerte. Sí (por supuesto) un herido, escoñao en la fuente de Navarrería (sarna con gusto, dicen que no pica); otro en estado crítico por golpearse la cabeza contra el suelo al caer tras recibir un puñetazo (este está muy grave); y otros dos menos graves, apuñalados, uno en la cuesta del Labrit y otra en los prolegómenos del encierro de la villavesa. Como esta vez, los agredidos no vestían camiseta de la selección ejpañola, los hechos no han tenido demasiada trascendencia.



Este año, durante las semanas previas a los sanfermines, se llevaron a cabo distintas iniciativas reclamando unas fiestas libres de agresiones sexistas. Una primera consecuencia es que en telecinco han dejado de emitir su boletín diario de americanas y australianas mostrando sus turgentes pechos bañados en kalimotxo; se lo agradecemos, ya tenemos internet.
Además, que yo sepa, no ha habido ningún acto de este tipo, al menos de carácter relevante. Quiero decir que seguro que ha habido no menos de doscientos babosos tocando las tetas a toda la que pasaba por su lado, pero al parecer y hasta ahora, no se sabe de nada más grave. Sí salió en la prensa el caso de un tontolaba que andaba en plan pulpo, y cuando fue la policía a detenerle, le metió mano a un agente de paisano (en el periódico ponía UN agente, no UNA agente).

---

Durante los fuegos artificiales del sábado, por un fallo técnico, no explotaron 800 kgs de pólvora. Hubo que retirarlos, no sin grandes precauciones, durante la madrugada. Después, se transportaron hasta la ciudad del transporte (?), con una escolta de la guardia civil. ¡800 kgs! Casi una tonelada. De entrada, ya digo que a mi no me gustan los fuegos artificiales, y los sacaría del programa. Cada año hay demasiados incidentes relacionados con estas prácticas (desde luego, muchos más que, por ejemplo, los que había con mecheros antes de que obligaran a que lleven un dispositivo "antiniños"). No digo que los prohibiría, pero no estaría mal buscar un par de buenas alternativas. Además, nuestras queridas autoridades cada día llevan el puto cordón de seguridad unas calles más allá. Dentro de poco, de 11 a 11.30 no se va a poder circular por ninguna calle de Pamplona.




Este 2014 nos ha dejado una nueva ordenanza municipal para regular la participación en el encierro. Más bien, habrá que decir que se ha puesto precio a determinadas actitudes, ya que desde luego, nadie hace nada que no se hiciera antes por evitarlas. Bueno sí, en Santo Domingo se ha pintado una raya naranja y una roja. Antes del inicio de las fiestas, se habían colocado también unas señales indicando el significado de dichas rayas, pero se retiraron por que por lo visto, inducían al error en cuanto a en qué sentido había que echar a correr. En realidad, el año pasado, si la policía te veía entrar al recorrido del encierro con una cámara en la cabeza (por ejemplo), no te dejaba entrar; este año, no te deja y te pone multa. Lo mismo ocurre para el calzado inadecuado (a criterio policial), no estar en buenas condiciones (a criterio policial), etc. En fin, que si pasas por un sitio te pueden decir una cosa, y si pasas por otro, pues igual te dicen otra muy distinta. Vamos, uno de los días había un tío con una pierna ortopédica. Seguro que corre más que yo, pero mi criterio, si fuese munipa, es que no corre.

Y además con una zapatilla distinta de la otra.
No sé porqué una cámara atada al pecho con un arnés es peligrosa, y una pierna ortopédica (que con un arnés irá sujeta, digo yo) no lo es.

Anécdotas

Se han recogido 230 fistrillones de toneladas de basura. Como siempre.
El día 6 se atendió a hordas de gentes con cortes en los pies. Como siempre.
Uno se tiró de la fuente de Navarrería, y llegó hasta el suelo. Como siempre.
Seguro que esta no llega a tocar el suelo. Seguro.
Seguro que esta no llega a tocar el suelo. Seguro.
Alguien entregó una cría de lechuza en objetos perdidos. Esto no lo había visto antes, pero casi.

En un encierro resultó herido un tipo que escribió un libro sobre cómo correr el encierro.

Música en directo
 
Soy yo, tu lobo.
Como siempre, o sea, mal. Supongo que habría que salvar la actuación de Marky Ramone, y probablemente la de la Orquesta Mondragón. El resto, de chichinabo. Para traer viejas "glorias" pasadas de moda y de época, y unos cuantos desconocidos, creo que sería mejor traer un par de buenas actuaciones, y combinarlas con grupos locales, que seguro que los hay de calidad. Se diría que los que eligen a quién dar el dinero durante las fiestas prefieren promocionar y mantener "artistas" foráneos antes que echar una mano a los de aquí.

Toros

 
Pues como viene siendo habitual, a peor. Cada año un poquito más triste. Ya hemos dicho aquí varias veces que si se hace lo que piden "las figuras", al final te quedas sin feria, y en esas estamos. Se salvaría la corrida de Victoriano del Río, de buen juego, y la miurada, que como siempre, al menos deja su espectacular estampa por las calles y la plaza de nuestra ciudad; a los que nos gusta el toro, ya sabemos que no se puede esperar de Miura que se comporte como las monas del encaste único (de ahí lo que pasó en el encierro). Decepcionante fue el juego ofrecido por los de Fuente Ymbro. Sobre todo porque nos tienen acostumbrados a traer corridas de comportamiento espectacular, y este año fue un petardo rotundo. Eso sí, un trapío de los que no se ven en ninguna otra plaza.

Encierros (mondongo)

Y aquí hilamos con el tema de la introducción. Porque mondongo en abundancia es lo que vimos en el encierro del día 14, con toros de Miura. Ya dijimos aquí hace unos años, a cuenta de una escabechina protagonizada por "Ermitaño", que el comportamiento de los Miuras, si bien cuando corren en manada es noble, en soledad es completamente imprevisible. Lo sabemos bien todos los que hemos visto unas cuantas corridas de ese hierro, que hemos visto hacer de todo a los toros de Zahariche. Así, vimos a "Olivito" primero ensañarse con un mozo australiano, y perseguirle como si no hubiese nadie más en la calle, completamente encelado con él. El muchacho corría con la dermis ondeando al viento, y perdiendo por el camino algunas porciones de tejido adiposo sin poder librarse de la atención de "Olivito". Después le vimos levantando la cabeza hasta cornear a un joven burladés que se había encaramado a la parte inferior de un balcón. El resultado fue de 7 cornadas en apenas un minuto. Después algunos sustos más cuando los "expertos" corredores tiraban de él hacia la plaza.
Olivito en los corrales del gas.
Olivito pescando.
Sigue pescando.
Olivito persiguiendo al del mondongo.
Por supuesto, sus hermanos nos obsequiaron con el típico encierro de Miura, y pisaron la arena de la plaza unos cuantos segundos antes de que el reloj contase los dos minutos, para lo cual tuvieron que hacer maravillas esquivando a los muchos anormales que se les cruzaban por delante (algún atropello también hubo). Mención especial hay que hacer de un individuo que se entretuvo a levantar del suelo a un compañero en el momento en que llegaban los cuatro cárdenos. Como si se tratase de una película del inspector Clouseau, se agachó a recoger a su amigo caído en el momento preciso para que el Miura, de impresionante cornamenta, símplemente le peinara el cogote con la pala del pitón. Eso debe ser el famoso capotico.
"Tío, levanta que en cualquier momento vienen los toros."
También hay que mencionar el hecho de que una de las cornadas la recibió otro súbdito australiano, que pasada una hora del final del encierro, se presentó en el hospital por su propio pie, al enterarse de que estaba herido. No dio su nombre, ni dijo dónde se alojaba. Recibió la cura precisa, y tal como vino se fue, que perdía el autobús. El resto de los encierros, sosos y cortos (rápidos y limpios dicen en la tele). Y no voy a decir nada esta vez de la pésima retransmisión televisiva ni de los tontolabas que se presentan en el set de TV aun con la respiración entrecortada, para contarnos lo bien que han corrido y cómo de masificado está el acto principal de nuestras fiestas.

Clima

 

Este año fresquito. Para mi se agradece, pero es cierto que puede haber contribuido a que el ambiente haya sido un poquito más bajo que lo habitual. Desde luego, las terrazas lo han tenido que notar. Por otra parte, si en lugar de dedicarse a esquilmarnos a los autóctonos durante todo el año, tuvieran unos precios algo más razonables, igual en San Fermín algunos iríamos de vez en cuando. En todo caso, creo que el mayor motivo por el cual se dice que la afluencia de gente ha sido inferior a otros años ha sido las fechas en que han caído este año. Llevábamos varios años que caía especialmente bien para los visitantes (dos fines de semana, día seis en jueves, viernes o sábado), mientras que este año ha sido todo lo contrario. El día 6 fue domingo, con lo que ya desde el principio no invita a venir, y el fin de semana cayó en 12 y 13, días en los que ya muchos lugareños se han marchado, o ya lo han dado todo.

También parece que se ha notado el fresquito en las barracas. Los feriantes se siguen quejando de la "nueva" ubicación, y dicen que no les compensa. Ya sabeis que fue idea de nuestra querida barcina el traslado de las barracas de donde estaban antes, en Yanguas y Miranda, a donde están ahora, la Rotxapea. Si bien es cierto que este barrio también es Pamplona y se merece tener algún tipo de atracción durante las fiestas, no es menos cierto que pilla bastante a desmano para visitar esas atracciones. Lo dijimos en su día, y el tiempo, por supuesto, nos da la razón. Antes, se podía estar de potes por lo viejo e ir un rato a las barracas, a comer un bocata, echar unas partidas a los camellos o lo que sea. A mucha gente le pillaba de paso al salir de casa, o al volver. Ahora, o vas expresamente a las barracas, o no las pisas. Y es lo que pasa, que la mayoría de la gente no las pisa. Difícil solución.

Punto final

El punto final oficial de nuestras fiestas, como sabéis, es el Pobre de mi. A mi no me gusta nada este acto. Me da la impresión de que sólo asisten los despistados y todos los que llevan nueve días quejándose de lo largos que son los sanfermines. También asisten las peñas, lo cual se agradece, porque en cuanto se recojen, encontrar un bar abierto es misión imposible. Como digo, para mi gusto, un tostón. En cambio el punto final oficioso lo pone el encierro de la villavesa, protagonizado por unos cuantos miembros del "movimiento 15 de julio" (algo más antiguo que el 15M), y los despistados que he comentado antes si han logrado encontrar bares abiertos hasta las ocho de la mañana. Los últimos años ha habido movida policial. Este año parece que no la hubo, pero sí hubo un malnacido que agredió con una navaja a una chica. Yo no me creo que no haya múltiples imágenes de este hecho, porque en ese momento tenía que haber unas cuantas cámaras enfocando al acto. Ya se verá qué pasa.
Este acto también se ha masificado con los años.
Aquí también se canta al santo con devoción.
Ya falta menos...

... pal glorioso San Fermín.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"olivito persiguiendo al del mondongo" me ha llegado al alma

Obedeciendo Órdenes