Lelos

Lelos. Así es como acabaremos, pero sanos, eso sí. Resulta que hoy me he enterado de la existencia de una nueva enfermedad: la Triscaidecafobia. Esto es, ser supersticioso en relación con el número trece (13). Hace tiempo que sostengo que la auténtica lacra de este mundo, peor aun que las fuerzas del orden (también conocidas como cuerpos y fuerzas de seguridad del estado), son los psicologos. Cada cierto tiempo, alguien pone el grito en el cielo porque Carlos Jesús, o Rappel, u Octavio Acebes o la pitonisa Lola (un saludo Lola) viven del cuento.

¿Y los psicólogos? ¿Acaso éstos no viven también de la credulidad de la gente? ¿Acaso la mayoría de las enfermedades psicológicas no las han inventado ellos?

La Triscaidecafobia es la última que he conocido. Seguro que algún mentecato acudió una vez al psicólogo diciendo:

- Doctor, verá, es que vivo en el número trece, y soy muy supersticioso. Yo me quería mudar pero mi mujer me ha dicho que venga.

- ¿En el número trece dice?

- Si, y me quiero mudar.

- ¿Mudarse?

- Si, por que no me encuentro agusto en mi casa.

- ¿En su casa?

.

.

.

- Déjeme ver. - Dice el doctor mientras ojea un libro. - Usted tiene triscaidecafobia. No se preocupe, no es grave -asevera al ver la cara de angustia del buen hombre- simplemente tendrá que aprender a vivir en un número trece. Son cien euros.
Y ya está. Ya tenemos enfermedad. El sujeto sigue jodido, pero ahora, cuando le entra el canguelo por vivir en el número trece, sigue el consejo de su doctor, y vive con ello.Fijaos como el trabajo de psicólogo sólo consiste en repetir las últimas dos o tres palabras del paciente, pero en tono interrogador. Ya está.Desde que hay tanto psicologo en las facultades ha surgido el mobbing, el bulling, el síndrome postvacacional, el del lunes, el de la navidad... Joder! que a nadie nos gusta que se acaben las vacaciones, ni el fin de semana, y todos conocíamos a uno en el colegio que era el tonto de las chapadas. Ahora, si dos crios se pelean, a uno lo llevan al psicologo y al otro le abren ficha policial. Y como a uno se le ocurra grabarlo en el móvil, ya te cagas.

PD. Ya se que la foto no va con psicólogos, pero por el título...