14 enero 2008

Fumar mola



Que fumar mola es algo que sabemos todos. Que las leyes antitabaco están alentadas por los no fumadores por que nos envidian ya que sus gargantas de mariquitas no soportan la firme caricia de la nicotina y el alquitrán bajando hacia los pulmones, también lo sabemos todos.
Pues bien, tras un millón de malas noticias para los fumadores, hoy he leído una que, sin ser buena, diría que me ha dado cierta satisfacción.

"Despedidos por no fumar en la oficina" (20minutos)
Sucedió en Alemania, donde desde el 1 de enero tienen su propia ley antitabaco, pero en las pequeñas empresas aun está permitido fumar. Al parecer en esta empresa, los no fumadores, animados por el hecho de que los fumadores ahora tenemos que aguantarlo todo porque nos gusta fumar, comenzaron a montar bronca día sí y día también, para impedir que sus compañeros fumadores desarrollasen su afición.
Por lo visto, llegaron a amenazar al jefe con "quebrar la paz de la oficina" si éste no impedía que se fumase en ella.
El jefe, con buen criterio, les dio la patada, y a gritar a un ministerio.
Me parece de puta madre.
Al fin y al cabo, si tanto sufren los fumadores pasivos el humo del tabaco, y el tabaco es tan adictivo como dicen, ¿cómo es que no se hacen adictos?
Yo os lo digo. Porque una vez más, nos mienten.

En la foto, Vanessa nos demuestra cómo es verdad que un cigarrillo entre los labios nos hace más sexy.

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